viernes, 15 de mayo de 2009

RECORTES DE PRENSA DE LA ACTUACIÓN EN VITORIA

DV. Viajar al mágico mundo de la niñera más famosa de la historia será hoy una realidad gracias al concierto didáctico que la Banda Municipal de Música de Vitoria, bajo la dirección de Hilario Extremiana, va a ofrecer en el Teatro Principal de la capital alavesa.
La música que los hermanos Richard y Robert Sherman compusieron para la película que Walt Disney estrenó en 1964, Mary Poppins, cobrará vida a partir de las 18.00 horas de la mano del prestigioso narrador y director pedagógico musical de Santa Cruz de Tenerife, Moisés Évora.
Clarinetista desde los doce años y actor aficionado desde los diecisiete, Évora se caracteriza por contar historias con la música de su voz, con el ritmo de las palabras y con la armonía de los movimientos de su cuerpo.
Desde los veinticinco años lleva uniendo la música y el teatro en sus conciertos didácticos con solistas, grupos de cámara, orquestas de cámara, orquestas sinfónicas y bandas de música, como es el caso de la actuación de hoy, enmarcada en el programa Música en familia, que pretende acercar este arte a los más pequeños.
La música de los instrumentos de la banda y las palabras del narrador se juntarán para contarles a ellos y también a los mayores una historia muy conocida, pero no por ello menos interesante: la de la mágica institutriz que llega al hogar de Jane y Michael dispuesta a solucionar sus problemas como si de un juego se tratara.
«Estos problemas no están alejados con los que tienen los niños de ahora cuyos padres trabajan fuera de casa, por lo que trasciende épocas y se convierte en una historia atemporal», explica Évora, que en este peculiar cuentacuentos musical tratará de mantener la tensión de los niños.
Repertorio
No faltará ninguna de las melodías que conforman la banda sonora del filme. Una cucharada de azúcar, La vida que llevo, La 'tata' perfecta, Comida para los pájaros, Espera despierto, Ahorro, crédito y Seguridad; Chim Chim Chery o el impronunciable Supercalifragilisticoespialidoso trasladarán a los asistentes hasta el interior de un cuadro, les hará bailar con pingüinos e incluso dar de comer migas de pan a las palomas. «Con la excusa de la narración van a escuchar un concierto de música en directo, algo que en estos tiempos se está perdiendo», apunta Évora.
Primero, el público conocerá cuáles son las entrañas de la partitura; de dónde vienen las canciones y cuál es el motivo de cada una. Después podrán disfrutar de la selección de todos los números.
Tras escuchar la obra, justo antes del momento en que Mary Poppins se marcha de la casa de los niños Banks definitivamente, los pequeños espectadores podrán participar en un juego en el que tendrán que adivinar qué temas suenan. «Es una forma, pedagógicamente hablando, de que estén pendientes de la música», afirma el narrador.
En cualquier caso, no será éste el único elemento pedagógico que presente el recital, ya que la historia incluye otros muchos.
Por otra parte, no hay que olvidar, que se trata de un público menudo por lo que la duración del concierto rondará los cincuenta y cinco minutos. «No hay intermedios y tiene que ser todo muy dinámico para que no pierdan la atención», añade Extremiana.

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